Yendo a Rivera
Aquí vamos otra vez, me esperan en Rivera un teatro con 400 personas , emoción, alegría , y agradecimiento . El viaje me permite leer y descansar para llegar con palabras que alienten que sostengan el proceso de educar en padres y docentes con alegría ! La maleta llena de sensibilidad al ver la necesidad que hay de salir de la culpa para educar sin miedo , de hacer las paces con nuestra historia para amar sin miedo para amar más de lo que nos duele el dolor del otro . le pido a los dioses sabiduría para contagiar las tres virtudes pedagógicas : " paciencia , esperanza y templanza " y voz para llegar al que lo precise. Doy gracias por esta vocación de ayudar a que menos personas se conviertan en pacientes como dice mi maestro Viktor Frankl .