Charla Educar Sin Culpa
Charla para Padres
EDUCAR SIN CULPA
Claves para Educar con alegria
de una pedagogia compasiva a la pedagogia de la esperanza...
"El educador tiene que ejercer su autoridad, lo que en ocasiones hará que caiga antipático, pero debe serlo, porque educar, en buena medida, es frustrar". Fernando Savater.
La crianza de nuestros hijos es a menudo una tarea exigente, pero también es una oportunidad de acrecentar o recuperar el entusiasmo por vivir.
Nos cuestionamos: ¿para qué educamos? ¿Educamos para que sean felices? O ¿para que vivan en plenitud? ¿Cómo hacemos para que incluyan en su perspectiva de vida al sufrimiento, inevitable en el camino? Las necesidades de nuestros hijos que crecen nos permiten recrearnos a nosotros mismos como adultos. En definitiva se trata de fortalecer el vínculo familiar como factor de protección y prevención. Una invitación a vencer la fatiga cotidiana y reencontrarnos con el entusiasmo perdido.
Cuando cedemos ante las quejas o reclamos de los niños, cuando "empachamos" con nuevos juguetes, ropa, golosinas, play, computadora, celular, etc., permitimos que crezcan sin saber estar insatisfechos y creyendo que cada angustia debe resolverse incorporando algo. En cambio cada vez que decimos no, les enseñamos a esperar y soportar la frustración.
Sin embargo, también reflexionamos e intercambiamos sobre la propuesta central: ¿Cómo transformar a nuestros hijos en personas optimistas y entusiastas?
Tener una actitud optimista cada día y no pensar siempre en el futuro: “Sufrimos toda la semana para llegar al domingo, sufrimos todo el año para llegar a las vacaciones y sufrimos toda la vida para llegar a la jubilación.”Y mientras, pasan las horas, los días, las semanas y la infancia de nuestros hijos.
"¿Sabes qué bueno lo que me pasó hoy en el trabajo?"¿Cuántos de nosotros llegamos a casa y les contamos algo así a nuestras familias? ¿Será tan difícil encontrar algo positivo cada día o por lo menos una vez por semana? Tal vez lo sea, pero es el esfuerzo que debemos hacer para transmitirles a nuestros hijos que la vida vale la pena. Que la vida que elegimos merece ser vivida.
Otra clave para fomentar el entusiasmo es NO SOBREPROTEGER. Porque la sobreprotección atenta contra la autoestima y una autoestima fuerte es clave para vivir con optimismo.
Finalmente, recordar que el optimismo está en el camino y no en la llegada: “El empacho no nos hace felices”. Tener propósitos es lo que nos mantiene optimistas. La felicidad es eso que sucede mientras la estás buscando... Porque no podemos exonerar a nuestros hijos del esfuerzo que implica ser felices...
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