Soltar y Confiar, inicio de clases!
SOLTAR Y CONFIAR, ESPECIALMENTE EN EL INICIO DE CLASES
Empiezan las clases y el inicio del año lectivo moviliza a los niños, adolescentes y también a sus familias. “Padres: suelten a sus hijos”, advierte Alejandro de Barbieri, psicólogo, docente, escritor y columnista de Eme de mujer.
En su trabajo “Educar sin culpa”, De Barbieri da cuenta que los niños viven con expectativa el reencuentro con los compañeros, tienen dudas sobre quién será la nueva maestra y en este período puede haber cierta cuota de angustia. En este momento, el profesional subraya que como madres y padres, debe preverse el estrés que se genera y al mismo tiempo recalcar la autonomía del niño.
“Si salimos de la sobreprotección, estaremos apostando a que crezca en autonomía e independencia. Eso lo ayudará a vencer sus miedos, a recomenzar cuando se ha caído y a tolerar mejor las frustraciones. Aprenderá así a hospedar el dolor y cambiarlo por amor y entrega, por paciencia y sabiduría”, advierte.
“Si salimos de la sobreprotección, estaremos apostando a que crezca en autonomía e independencia. Eso lo ayudará a vencer sus miedos, a recomenzar cuando se ha caído y a tolerar mejor las frustraciones. Aprenderá así a hospedar el dolor y cambiarlo por amor y entrega, por paciencia y sabiduría”, advierte.
“Como padre he escuchado en la puerta de la escuela a otros papás o mamás diciendo al niño (y seguro lo he dicho yo mismo alguna vez): “¡Que te vaya bien, que te diviertas!”, confiesa el psicólogo. Y analiza que si bien al principio el saludo puede ser afectuoso y hasta animador, no es verdad que los pequeños vayan siempre a divertirse en clase. “El aprendizaje traerá lecturas quizás tediosas o ejercicios, o dinámicas que la maestra propondrá y que no necesariamente le pueden parecer divertidas al alumno o al padre”, enfatiza quien asegura a todos los padres que los docentes no pueden ser payasos que entretienen o que motivan todo el tiempo.
Si bien es cierto que lo nuevo siempre puede dar miedo, son los adultos quienes deben preparar a los niños y despedirlos dándoles la confianza necesaria para encarar esta nueva etapa. Algunas madres o padres pueden vivir con miedo, porque “en casa estaban tranquilos y seguros” y ahora estarán en un lugar que ellos no controlan, pero en los niños también pueden surgir miedos nocturnos, angustia, pesadillas, síntomas de adaptación a la nueva experiencia.
Para llegar al primer día de clases con tranquilidad, uno de los aspectos que hay que considerar es el sueño, uno de los hábitos fundamentales para este profesional. “Dependiendo de las edades, este proceso de nueva adaptación podrá ser más o menos difícil. A los adolescentes les cuesta salir de su cuarto; conviene días previos al inicio de clase ir haciéndolos participar de la vida familiar y acomodar así sus ritmos, para que luego pueda retomar el ritmo de levantarse temprano”, aconseja.
Los hábitos que en vacaciones se cambiaron, como alimentación o recreación pueden ser ajustados por los propios niños y adolescentes para preparse para el inicio de clases y que el cambio no sea abrupto.
Los hábitos que en vacaciones se cambiaron, como alimentación o recreación pueden ser ajustados por los propios niños y adolescentes para preparse para el inicio de clases y que el cambio no sea abrupto.
“Es aconsejable ir acotando los desayunos y almuerzos, de manera tal que la distensión típica de las vacaciones, dé lugar a un ritmo agitado como es en el año”, puntualiza De Barbieri.
En tanto, el consejo para el padre y/o madre es que acompañe, de seguridad, pero también que se retire a tiempo. “Si nos quedamos parados en la puerta de clase cuando el niño llora, será difícil que pueda desprenderse de nosotros y adaptarse a la nueva situación. Es esperable que estas conductas se den al principio pero luego cedan”, explica.
En tanto, el consejo para el padre y/o madre es que acompañe, de seguridad, pero también que se retire a tiempo. “Si nos quedamos parados en la puerta de clase cuando el niño llora, será difícil que pueda desprenderse de nosotros y adaptarse a la nueva situación. Es esperable que estas conductas se den al principio pero luego cedan”, explica.
La actitud de los adultos es clave: debe ser de entusiasmo, alegría y buen humor, “como cualquier pasaje de la vida, cualquier etapa de tránsito para que el período de adaptación se dé naturalmente”. Según De Barbieri esta será “una pequeña muestra de todas las adaptaciones futuras que la vida depara tanto a hijos como a padres”.
El lunes habrá emociones y lágrimas, pero también adolescentes que, al decir de De Barbieri, estarán felices de “dejar a los padres en casa” ya que en vacaciones tuvieron quizás “sobredosis de padres”.
“Soltar y confiar”, remarca el experto que aconseja: “Confiar en que los maestros los recibirán con alegría y entusiasmo”. “En fondo se trata de dejarlos entrar en la vida y no postergar su crecimiento y desarrollo. Afuera está la vida, esperando para nutrirse de sus aportes y vivencias, el desarrollo de sus posibilidades”, concluye.
Columna en Eme de Mujer, Diario El Pais
“Soltar y confiar”, remarca el experto que aconseja: “Confiar en que los maestros los recibirán con alegría y entusiasmo”. “En fondo se trata de dejarlos entrar en la vida y no postergar su crecimiento y desarrollo. Afuera está la vida, esperando para nutrirse de sus aportes y vivencias, el desarrollo de sus posibilidades”, concluye.
Columna en Eme de Mujer, Diario El Pais
Comentarios
Publicar un comentario